Haiku en Aragón

Nuestro fin es contactar con los amantes del haiku en Aragón y dar difusión a su obra.

domingo, 24 de septiembre de 2017

EL BUDISMO Y LO PASAJERO



El budismo que hizo su introducción en Japón el el S. VI y, especialmente, la doctrina según la cuál la vida se caracteriza por la fugacidad de las cosas mundanas, desempeñó también un importante papel en el desarrollo del haiku. Mientras en la India el budismo tendía a conceder poca importancia a la belleza como consecuencia de su fugacidad, los budistas japoneses particularmente los practicantes del zen, desarrollaron un reconocimiento de la manera en que coexistían la belleza y lo pasajero, y utilizaron imágenes tales como las gotas del rocío y las flores de los cerezos para sustentar que la belleza de las cosas, se debe, en parte, a su fugacidad.

Muchos de los grandes poetas del haiku, entre los cuales se encuentran Bashô, Buson e Issa, eran budistas, y muchos de sus poemas contienen convincentes y conmovedoras visiones de una fugacidad que se podría considerar semejante a las de las gotas de rocío en el ukiyo (mundo flotante); término usado con frecuencia para designar nuestro entorno natural y social frágil.

Del libro Haiku de Tom Lowenstein

Luna brillante,
sentada como el Buda.
Piernas cruzadas.

Issa 

Mientras envuelve pasteles en hojas de bambú,
se arregla con la mano
un mechón de su frente.

Bashô




miércoles, 20 de septiembre de 2017

LA ESENCIA DEL HAIKU


Vale la pena citar dos exposiciones que pueden mejorar nuestra comprensión del haiku. 

La primera define el término yugen, palabra que describe una sugerencia de lo oculto, de lo que yace bajo la superficie. Kamo no Chömei escribió a comienzos del S. XVIII: "Yugen es una insinuación que no se refleja en palabras (...). El cielo en la noche de otoño no tiene color ni voz. Pero, de todos modos, hay lágrimas que fluyen a tus ojos (...). Lo que está detrás es lo que te encanta". La poesía haiku está llena de yugen, conmueve el corazón y lleva al lector a una apreciación profunda y emotiva de la naturaleza, incluso hacia la emoción de la propia vida.

La segunda exposición procede de las palabras de Bashô registradas por sus alumnos y referentes a su contacto con la naturaleza y a su observación. El maestro decía: "Para conocer el pino debes ir al pino". Un pino simplemente "existe", y un poeta no debería experimentar las cosas de la vida a la luz de sus propios pensamientos sobre ellas, sino en sus propios términos. En la misma disertación, Bashô decía: "Si no se hace así, uno se impone al objeto y no aprende. La poesía surge cuando la persona y el objeto se convierten en uno. Cuando entra en él profundamente su esencia oculta (kyo) se revela por sí misma". Aun cuando el mundo de la naturaleza y los hechos cotidianos son los motivos predominantes del haiku, los poetas del haiku tocan también temas religiosos, sociales, históricos, culturales, y, lo que es más importante, serían precisamente estos contextos los que habrían influido e informado a los poetas.

Del libro Haiku de Tom Lowenstein 

Luna de la tarde.
Caen flores de ciruelo
sobre el laúd.

Shiki (1867-1902)

lunes, 11 de septiembre de 2017

CONCEPTUALIZAR ES DESVIRTUAR


El sonido que hace
la mariposa al comer
es puro silencio.

Kyoshi


Mientras que el funcionamiento cotidiano del ser humano es susceptible de quedarse completamente sordo para su desgracia, el "hacerse uno con" no se queda en la limitación de los sentidos. Es decir: la realidad no está limitada por el funcionamiento de los sentidos, nunca hemos sabido y aún no sabemos lo que somos. Al "hacernos uno con" nuestras limitaciones no son minusvalías sino que son, de nuevo y siempre, posibilidad.

Conceptualizar es desvirtuar:

El haiku sólo puede ser construido con coherencia lingüística, pero el "hacerse uno con", nos obliga a dejar de apuntar al sujeto como lugar crucial, en tanto que éste se hace uno con aquello que se manifiesta, con lo que se predica. El giro que sugerimos es ponernos en la perspectiva de que todo el haiku esté predicando algo que permanece elidido pero también eludido y aludido en lo que propiamente se dice: "yo", "mundo", "nada", entendidos cualquiera de ellos como manifestación sumaria de lo que es y lo que no es a un tiempo.

Para pensar y sentir esto que nos elude, esto que al objetivarlo se desvirtúa, hemos de emplear la mirada lateral, achinar nuestros ojos occidentales, y sacar del eje central todo aquello que, al pensarlo, se vuelve obstáculo de sí mismo. En esa perspectiva encontramos, ya fuera de foco, la extraordinaria grandeza del haiku.

María Victoria Porras (Murcia)

Texto extraído de la ponencia El haiku y la extinción del yo convencional: incluida en la mesa redonda Adentrándonos en el haiku dentro del I Encuentro Internacional del Haiku, Universidad de Castilla-La Mancha, Albacete 2009.



martes, 5 de septiembre de 2017

LOS HAIKUS DEL TREN de Eduardo Moga



El tren ensarta
túneles y alamedas.
Se oye toser.


Un vagabundo 
duerme: desolación
de tetra-brics.

El ciego ve 
otras oscuridades.
También el perro.

La piel oscura
de la mujer oscura
irradia luz.

¿Viajan conmigo
títeres o cadáveres?
Como ellos soy.

***


Eduardo Moga Bayona (Barcelona, 1962) es un poeta, traductor y crítico literario español licenciado en Derecho y licenciado y doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona.
Autor de varios libros de poemas. Premio Adonáis 1995 por La luz oída. En 2007 publica Los haikus del tren en El Gaviero ediciones. 104 haikus fruto de sus viajes en tren debido a su trabajo, según el mismo autor explica en la Introducción del mismo.